jueves, 31 de agosto de 2017

El movimiento Beat


La literatura de la Onda en México surgió a mediados de los años sesenta del siglo pasado, donde los protagonistas más reconocidos de este movimiento son José Agustín (1944- ), Gustavo Sainz (1940-2015), Parménides García Saldaña (1944-1982) quienes le dieron nombre teniendo como base el Movimiento Beat, pues se sentían influenciados por las ideologías de los distintos autores de esta corriente literaria.

Inicio del movimiento Beat en Estados Unidos

El término Beat proviene de la expresión beat down, que traducido al español puede significar: cansado, abatido, derrotado, o desanimado; y surgió con los autores estadounidenses Jack Kerouac (1922-1969) y Allen Ginsberg (1926-1997), quienes por medio de la escritura expresaban su descontento e inconformidad hacia la falsa cultura que para ellos se vivía en su país en tiempos de la posguerra, pues afirmaban como jóvenes que eran, que en Estados unidos se vivía en un “falso sistema de bienestar”, atreviéndose a escribir sobre lo que nadie se atrevía: alcohol, drogas, sexo y libertad espiritual, pues en este último punto estos autores eran atraídos por las filosofías y religiones orientales, como por ejemplo las prácticas de meditación; siendo su rebeldía de aquel entonces la base para lo que algunos años después se llamaría movimiento hippie

De la corriente Beat a la Literatura de la Onda en México

El término Literatura de la Onda surgió en los años setenta con la publicación de dos libros Narrativa joven en México y Onda y escritura en México (Jiménez, s.f., p. 336), considerando a José Agustín, Parménides García y Gustavo Sainz como los iniciadores de esta corriente literaria, quienes además mostraban siempre su gusto por la música de jazz y el rock, en sus escritos al igual que los estadounidenses les gustaban las filosofías existencialistas, buscando además con ello mostrar su rebelión a las falsas costumbres establecidas en el país, mostrando el mundo real en el que ellos se desenvolvían sin los tapujos de la doble moral que existe hasta la actualidad en algunas regiones del territorio mexicano.

Ahora, tal y como podemos leer en la información anterior (y en otros sitios web, entrando y buscando información del tema), en ningún caso se ve como protagonista a la mujer, quienes a la par de los masculinos, sí tuvieron participación tanto en el movimiento Beat como en la Literatura de la Onda, sin embargo, ¿qué pasa con ellas? ¿Qué escribieron? ¿Quiénes fueron protagonistas en estos movimientos? ¿Por qué las escritoras del movimiento Beat y de la Literatura de la onda no son tan conocidas como los escritores?

La mujer en el movimiento Beat

Entre los años cincuenta y sesenta del siglo XX, en los Estados Unidos y en muchas otras partes del mundo el papel tradicional de la mujer consistía en estar en su casa y atender a su familia, siendo siempre el estándar de su papel ideal, no había otro sentido de visualización de la mujer perfecta, sin embargo, algunas de ellas no estaban conformes con este estilo de vida y al igual que muchos y muchas escritoras encontraron en el Movimiento Beat la forma de expresar su descontento a este rol habitual en el que se les encasillaba como la ama de casa.

No obstante, estas escritoras vivían los mismos ideales que los escritores, sin embargo, tuvieron muchas dificultades para lograr expresarse con la libertad que ellas buscaban, no se tiene registro de si mostraron algún tipo de resentimiento, solo se enfocaban en lograr la paridad de visibilidad que de los escritores de la época. Comenzaremos con Lenore Kandel (1932-2009), poeta estadounidense, ella publicó dos libros de poemas (The Love Book en 1966 y World Alchemy en 1967), siendo el primero de ellos motivo de denuncia por su contenido presuntamente pornográfico y en 1966 y a causa de este litigio la policía confiscó los estos materiales. Ella es considerada la primera escritora del movimiento beat, “que paso de convertirse de objeto a sujeto”, pues dejo de lado ese rol tradicionalista de mujer perfecta dedicada a su casa, hijos y marido.

Otra de las escritoras de este movimiento es la estadounidense Elise Cowen, poeta y escritora del movimiento Beat proveniente de una familia judía, quien durante su vida padeció de problemas psicológicos, además fue amiga y posteriormente pareja sentimental de Allen Ginsberg, ella se suicidó en febrero de 1962, lanzándose del edificio en el que vivían sus padres.

Después de la muerte de Cowen, sus padres y algunos de sus vecinos quemaron la mayoría de sus escritos, buscando eliminar las evidencias de la vida inmoral de su hija, pues los textos de su hija evidenciaban su favor a las drogas y al lesbianismo del que ella manifestaba temas de los que ella manifestaba su empatía. Dentro de la literatura que algunos de sus conocidos entre los que se encuentran Leo Skir, quien tenía en su poder un poco más de 80 poemas de Elise, entre ellos Diario de las luces de la ciudad y Cosas.

una de las características principales de estas escritoras es que ellas se atrevieron a escribir a la par de los hombres de temas como la libertad sexual, el uso de drogas y añaden temas como la menstruación, el aborto, los hijos, las infidelidades, es decir, “convierten lo doméstico en tema literario” y con ello hablaron de cuestiones de la vida diaria, que por cuestiones de costumbres, tradiciones e ideologías no se hablaba de ellos de manera pública, ni menos se escribía sobre esto.

La mujer mexicana en la Literatura de la Onda

Influenciadas a la vez por estas mujeres y hombres del movimiento beat, las mujeres mexicanas también se aventuraron a escribir sobre temas que se les puede denominar “tabú” pues en la sociedad sobre todo patriarcal en la que vivían, es interesante mencionar que este término de Literatura de la onda fue acuñado por la escritora Margo Glantz, quien parece usó este vocablo para referirse a esta corriente literaria de una forma despectiva.

Algunos dicen que la Literatura de la Onda en el género femenino, se dio entre los años 1960 y 1985, aunque a la fecha no se tiene a ciencia cierta identificadas que escritoras mexicanas pueden entrar dentro de este género literario, sin embargo, podemos comentar que en realidad es aquella en la que la mujer escribe sobre ella, sobre sus derechos, libertades y perspectivas de vida, es decir, la que decide expresar por medio de la escritura sus formas de ver la vida en cuanto a temas que pudiéramos llamar “prohibidos” para la sociedad mexicana como son temas sobre su libertad de decir su sexualidad, su estilo de vida y el uso de las drogas.

Comenta con nosotros ¿Qué opinas sobre el movimiento Beat en general? ¿Por qué consideras que se dieron las diferencias de aceptación entre sexos, aunque fue la misma corriente? Y ya en el caso de la Literatura de la Onda ¿Por qué crees que las escritoras mexicanas no figuran en ella? ¿Cuál de las obras de mujeres que se escribieron en el periodo de La Literatura Onda que te ha tocado leer puedes considerar que pertenecen a este género? Para ti, en México, ¿qué otras corrientes literarias han opacado más a las féminas?

¡Anímate y compártenos tu opinión!

 

Referencias:

Enciclopedia de la Literatura en México (s.f.) Literatura de la Onda. Recuperado de http://www.elem.mx/estgrp/datos/39

Ginny (11 de marzo de 2015). Las voces que no se escucharon de la Generación Beat. [mensaje en un blog]. Recuperado de http://www.radial314.com/las-voces-que-no-se-escucharon-de-la-generacion-beat/

Jiménez, M. (s.f.) La onda. Recuperado de http://132.248.9.34/libroe_2007/1125999/A07.pdf


Massot, J. (2015). Las poetas olvidadas de la generación beat. Recuperado de http://www.mujeresenred.net/spip.php?article2191

Moga, E. (2015). Mujeres beat. [Nota de blog]. Recuperado de http://www.letraslibres.com/mexico-espana/libros/mujeres-beat  

S. A. (2017). Las mujeres poetas de la generación beat.  [Nota de blog]. Recuperado de http://mujericolas.blogspot.mx/2017/02/las-mujeres-poetas-de-la-generacion-beat.html

martes, 11 de julio de 2017

Reseña de la novela "La Leona blanca" de Henning Mankell





Reseña de la novela "La Leona blanca" de Henning Mankell 
Por Ari

@kuaraki

“Los niños han de tener la oportunidad de crecer, de expandirse. Sin embargo, en mi país, el niño negro debe aprender a disminuir cada vez más. Yo veía a mis padres sucumbir bajo su propia condición de invisibles, su propia amargura reprimida. Yo era un niño obediente que aprendió a ser nadie entre otros nadies”

  Henning Mankell (Suecia 1948-2015) fue un escritor que adquirió fama internacional por su serie de libros inscritos en la tradición de la novela negra sueca y que tienen como protagonista al detective Kurt Wallander, un policía regordete, solitario y triste que vive en el sur de Suecia.

  La leona blanca fue la tercera novela que escribió con Wallander como protagonista, sin embargo, la estructura del relato divide nuestra atención y otorga igual importancia a otros tres personajes: Víctor Mabasha (un asesino negro a sueldo), Kleyn (un bóer supremacista) y a Sudáfrica, el país que al año siguiente de que el libro fuera publicado, elegía  a su primer presidente negro.

  El punto de partida es simple: se comete un crimen en el sur de la tranquila Suecia y el inspector Wallander es el encargado de investigar. Este hecho inicial, quizá  trivial, se vincula inesperadamente con Sudáfrica y da paso a una revisión profunda de las contradicciones humanas. Mankell abre una puerta para que nosotros (los lectores) nos asomemos a nuestra propia complejidad.

  Sudáfrica es representada como un personaje más, como un ser humano, violento, hermoso, inaccesible, salvaje y ambiguo. A lo largo del relato se nos va revelando la imagen de un país que ha vivido en la constante sucesión de opresiones: los ingleses sobre los bóeres, los bóeres sobre los pueblos originarios del sur de África.

  A través de uno de los personajes podemos sentir vivamente la experiencia de encontrar por primera vez el racismo, la injusticia y la impotencia ante ambos: “El caso es que no recuerdo el dolor, se dijo. Sin embargo debió existir ya entonces. O ¿acaso habían logrado inculcar en aquel niño de seis años que la injusticia era el estado natural en la vida, hasta el punto de que ni siquiera reaccionó?”


Palabras clave: novela negra sueca, saga Wallander, Sudáfrica.
Referencia: Mankell, Henning. (2016) La leona blanca. Tusquets.







Cápsula canal 22 donde Jorge Alberto nos habla de Henning Mankell.





 “Cada vez hay peor novela policiaca”: Jo Nesbø 



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 C O L A B O R A C I Ó N
 de


Eréndira González Martínez (Ari)

Egresada de la Licenciatura en Educación por el Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara. He realizado cursos para formación de jóvenes, adultos y atención a adultos mayores en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos (CREFAL) y en el Instituto Nacional de Geriatría (INGER). Vivo en Puebla y trabajo en educación básica para adultos. Me interesan los temas de educación artística y estética, pensamiento matemático y herramientas de educación en línea.














martes, 7 de marzo de 2017

¿La historieta mexicana se puede considerar literatura?







 



¿La historieta mexicana se puede considerar literatura?

Las historietas, son sin lugar a dudas parte de la cultura popular del mexicano. Estas comenzaron a publicarse en “marzo de 1936, cuando apareció el primer número de la legendaria revista Pepín.

Con ella se dio inicio a un periodo muy vasto de publicaciones semanales de dicha corriente. Una de las más importantes son los libros de bolsillo con historias de vaqueros o del viejo oeste americano, las cuales pueden sólo contener texto o estar ilustradas; como la colección española de Marcial Lafuente Estefanía o El Libro vaquero en nuestro país. 
De la mano de Rafael Márquez, el libro vaquero salió a la venta en Novedades Editores el 23 de noviembre de 1978, con el primer título Racimo de horca.
Para la década de los 80s, los ejemplares vendidos llegaban al millón y medio. (Aquí pudiera resultar interesante analizarlo junto a la etapa económica y cultural que atravesaba México en ese periodo de su historia.) En el año 2015 se editaban semanalmente 400 mil ejemplares distribuidos en la república mexicana, en otras palabras, ¡El libro vaquero, lleva casi cuarenta años publicándose en México! 

¿Quiénes las sigue leyendo hoy en día? (se preguntarán), algo interesante es que el tipo de lector que más suele comprar estos textos, son hombres (de los cuales más de la mitad son albañiles, obreros, choferes) y amas de casa. Por este motivo, mucha “gente culta” considera que este tipo de textos no puede considerarse lectura o es lectura popular.

¿Lecturas populares?
 
En nuestro país se ha dicho que la mayoría de los mexicanos no son lectores, sin embargo, al leer los párrafos anteriores podemos preguntarnos ¿Por qué este tipo de lectura no está considera dentro de los estándares para ser un lector? Pues bien,  Argüelles (2014, p. 130) dice que los “no lectores” leen lo que no es “políticamente correcto”. ¿"Políticamente correcto” para quién? ¿Por qué se segrega a este grupo de lectores?

Mucha de la “gente culta” tiende a despreciar a este tipo de publicaciones populares ya que las considera hasta malsanas para la mente.

¿En realidad lo serán? ¿Qué ha llevado a que tantas personas puedan ser seducidas por estas publicaciones si se les cataloga en este rubro? ¿Tendrá algo que ver algo su formato de bolsillo? ¿Creen posible que un lector de estas publicaciones pueda leer un clásico como Don Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra? 

Como punto final compartimos algunos datos que pueden ser interesantes: 

  •     En las elecciones de 2012, el Instituto Federal Electoral (IFE) decidió fomentar el voto distribuyendo de manera gratuita tres títulos de cómics con formato de bolsillo tipo libros vaqueros, esto para promover el voto.
  •     La Cámara de Diputados lanzó un libro de tipo vaquero, con el tema de Anticorrupción, el tiraje es de 118 mil ejemplares, que se distribuirán en la república mexicana.
  •       La banda de Rock mexicano Moderatto sacó en el 2014 su disco Malditos pecadores. En Mayo de 2015 salió a la venta un tomo de El Libro vaquero al que titularon 5 almas sin destino cuyos personajes principales son los integrantes de esta agrupación.
  •       Este tipo de novela gráfica, ilustrada o textual es muy similar a los cómics y mangas, los cuales son usados en Japón para acercar sobre todo a los jóvenes a la lectura.
                                                    Manga de: Ranma 1/2, de Rumiko Takahashi. (Editorial Toukan)
                                                                        Comic de: Simpson de Matt Groening. (Editorial VIZ)

¡Los invitamos a que nos compartan sus puntos de vista sobre este tema! ¡Recuerden que este espacio es de ustedes!







Fuentes:
Argüelles, J. (2014). ¿Qué leen los que no leen? El poder inmaterial de la lectura, la tradición literaria y el placer de leer. México: Paidós 

Daniel. (27 de enero 2011). Comic Nacional. [Nota en un blog]. Recuperado de http://allcomicnacional.blogspot.mx/
 
Jiménez, H.; Alcántara, S. (01 de marzo 2017). Lanzan Libro Vaquero de la anticorrupción. El Universal. Recuperado de http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/sociedad/2017/03/1/lanzan-libro-vaquero-anticorrupcion
 
JRNH. (12 de enero de 2011). Cultura(s) Popular(es) y Derecho. [Nota en un blog]. Recuperado de http://culturapopularyderecho.blogspot.mx/2011/01/el-libro-vaquero-entre-la-moralina-y-la.html
 
Méndez, L. (26 de junio 2012). IFE lanza libros vaqueros para fomentar el sufragio. Excélsior. Recuperado de http://www.excelsior.com.mx/node/843588