Ciclo de Lectura 15
En el capítulo diecisiete se describe la forma en que Emilia, a pesar de estar comprometida con el Doctor Antonio Zavalza, cae rendida a la visita sorpresiva de Daniel, -que sabemos siempre sucedía así-, y sin más preámbulos, lo sigue, y vive momentos maravillosos e inolvidables con él en el pueblo de Izúcar. Por ejemplo, aprende a tomar pulque; aprendió a curar a los enfermos y a ayudar a todas las personas que ahí le solicitaban su ayuda.
En un pasaje dice lo siguiente:
"Aprendió que las mujeres tejen la vida con recuerdos y crecen por dentro cada vez que los señores se marchan. Aprendió a bastarse con su cuerpo, a callarse lo inútil, a canturrear entre dientes, a burlarse de la guerra y a lidiar con el destino como las plantas con el clima. Aprendió el valor de un frijol, de un jarro de agua, de un trompo, de una tuerca, de un clavo, de un zapato, de un pedazo de reata, de un conejo, de un huevo, de un botón, de la sombra de un árbol, de la luz de una vela". (Mastretta, A.).
Sin embargo, no le duró mucho la paz, el sosiego y el amor de Daniel. Éste decide regresar a la lucha, y dejar a Emilia de nuevo con sus papás, lo que a ella le causa un gran desconcierto.
¿Qué opinas de la relación, entre Emilia y Daniel? ¿De su inestabilidad; de seguir a un hombre revolucionario? Sabemos que muchas mujeres seguían a sus hombres en la Revolución, ¿Cómo era la vida de ellas? ¿Tú, qué hubieras hecho?
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