viernes, 21 de marzo de 2014

Confesiones de Violetta al Diablo Guardián




La historia comienza atrayéndonos con el principio de una confesión, similar a la que efectúas cuando vas a la iglesia y te confiesas con tu sacerdote, o te diriges hacia Dios, o a tu cómplice, quien se convierte en el sabedor de toda tu verdad. 

Sin embargo, aquí el interlocutor es el Diablo Guardián: "Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes. O sea de querer siempre ser otra. Y hasta peor: conseguirlo."

Es la vida de Rosa del Alba Rosas Valdivia, alias Violetta, contada en primera persona, quien sin ton ni son, relata el origen de su nombre: su primera gran mentira. No se llama Violetta como todos le dicen. Se llama Rosa del Alba; pero no fue culpa suya, fue idea de su madre que así era su deseo aunque su padre nunca se lo permitió. 

Después divaga un poco, no sabe cómo empezar su historia, pero sin embargo, la comienza, titubeando constantemente...

¿Qué secretos encerrará la vida de Violetta?


Confesión al Ángel Guardián

Por otro lado, tenemos a Pig, el huérfano invisible, el retraído, aislado y antisocial desde muy temprana edad, que lo único que le interesaba era escribir. Sólo porque le da la gana.

Su cuaderno, se describe como símbolo de la soledad y del tedio; aunque siempre destruía sus escritos. Además, se hizo alérgico al ridículo, hasta que su mamá apoyara la idea de que ella y su padre eran viajeros. Así la historia de Pig. 

¿Cómo te lo imaginas? 


Interesante inicio. ¡Participa!

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